PEHUA + ROCK = FIESTA

Un batallón de ocho bandas comandadas por Las Pastillas Del Abuelo, fueron los encargados de darle vida a la cuarta edición del Pehua Rock, iniciativa con entrada libre y gratuita organizada por la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Pehuajó.
Una tarde que, en lo previo, tenía todos los condimentos para que se diera el marco ideal: Semana del estudiante, inicio de la primavera, jóvenes, familias, sol, y guitarra. Nadie se la quiso perder, o mejor dicho todos quisieron estar presentes en el Parque General San Martín. Desde todos los puntos del país se acercaron, Río Negro, Córdoba, Lincoln, y hasta en bicicleta, desde la localidad vecina Carlos Casares, alimentando el inminente ritual rockero que comenzaba a tomar forma.

Mientras todos esperaban el inicio del festival, desde el escenario se podían escuchar las primeras pruebas de sonido, indicio de que el show de la primera banda estaba por comenzar. Así fue como los chicos de Sol de Noche, con Fabio Mon en la voz y diferentes músicos pehuajenses en la banda, se encargaron de romper el hielo, aprovechando la ocasión para presentar su nuevo material “Un mundo mejor”.

Seguido a ellos, y manteniendo el gen del rock, se presentaron La Maza y Buenas Noches Viena, dos bandas pehuajenses con músicos que tienen un largo trayecto en el camino del Rock and Roll. Más tarde le llegó el momento a Narvales Rock, un grupo de músicos platenses con Nacho Bruno en la voz, que presentaron su segundo LP titulado “Un segundo”.

El sol empezaba a caer, el viento a sentirse un poco más, no por ello la gente dejó de cantar y bailar. Momento de escenario principal para Seda Carmín, una banda con fundación en el barrio de Lugano, que mostró algo diferente al resto de las bandas participantes, en este caso la voz era femenina, Analia Boccomio deslumbró a propios y extraños. Los seguidores del grupo, se hicieron sentir agitando sus banderas y bautizaron el predio con el primer pogo de la tarde. 

Cajale Cazazo fue la sexta banda en darle vida a los instrumentos, con Yuyi Gouman y Riqui Quetglas en las voces, siguieron con la temática que propuso el festival desde un principio, llenar de rock los oídos de los presentes, en este caso con esa impronta rioplatense que los caracteriza. Finalizado su show, se presentó Cardo Ruso, la última banda telonera, integrada por pehuajenses, que sigue subiendo peldaños en el ámbito nacional, logrando cada vez más difusión de sus canciones.

Ya con la presentación de todas las bandas previas al cierre, el marco de público era inigualable. Alrededor de 15 mil personas se acercaron a la intersección de las calles Lavarden y Goyena, cantitos, pogos, el grito agudo de las chicas reclamando por su ídolo, el aroma que provenía de la zona de cantinas de KDT y Calaveras. La noche metía sus frias manos entre un público al que ya no le importaba nada… estaban por subir Las Pastillas del Abuelo.  

Finalmente llegó el momento, todos los deseos se convirtieron en realidad. En el escenario estaba él con su grupo, o su grupo y él, Piti Fernandez (voz), y Las Pastillas del Abuelo, con un repertorio de más de 20 temas donde repasaron diferentes discos, hicieron delirar a todos sus fanáticos, que en un momento del show desplegaron una bandera azul enorme cubriendo a todos los presentes: “Que buen trapo, se agradece, loco”, reconoció Piti con su estilo de barrio que lo caracteriza. Memorable, imborrable, y espectacular fue la cuarta edición de un festival cada vez mas grande.

Señoras y señores, el Pehua Rock se instala como un punto fijo en la agenda de los seguidores de todo el país.